Acompañada he llegado a hacer rutas de 600kms del tirón, pero solas mi moto y yo sólo habíamos hecho una de 250kms hasta Puerto Real, regresando dos días más tarde y otra de 270kms a Villanueva de Córdoba, aunque en esta hice la vuelta en el mismo día con lo que serían 540kms en total a lo largo del día. Todas estas rutas en verano o primavera.
Ahora me enfrentaba a 800kms en invierno y en dirección al norte de la península, realmente no tenía nada claro lo que me podía esperar. Me intimidaba muchísimo este viaje, tanto como las ganas que tenía de hacerlo, porque era una prueba para la moto y para mi. Toda una aventura! Desde que subí de paquete hace tres años a Pingüinos llevaba con esta idea en la mente y todos los años me lo planteaba pero lo abandonaba por falta de días de vacaciones disponibles o por la climatología. Esta vez los planetas estaban alineados favorablemente en todos los aspectos y la decisión era sólo mía, de ver si era capaz de juntar el suficiente coraje para echarle ganas. En esta ocasión no había dicho nada a nadie, temía que me dijeran algo que me hiciera echar por tierra una oportunidad única de cumplir uno de los mayores sueños con mi moto.
La idea era salir a las 6, pero a esa hora me desperté, era como si mi subsconsciente me hiciera un boicot al viaje. Preparé todo y me llevó 2 horas, entre que acomodaba, verificaba y descartaba cosas innecesarias. A ratos dudaba seriamente en hacer el viaje y a ratos me sentía totalmente capaz de hacerlo. Finalmente salí con una idea fija: irme en la moto tranquilamente dando un paseíto y sumando kms poquito a poco, y si en algún momento lo pasaba mal o creía que no podría seguir, me quedaría en cualquier pueblo o daría la vuelta a Málaga sin problema, porque no tenía compromiso con nadie al llegar, ni nadie me esperaba allí.
Lo que iba a vivir esos 800kms no me lo podría haber imaginado nunca, no sé si la madre naturaleza se apiadó de mi esfuerzo y se portó tan bien, porque en mi vida había hecho un viaje tan a gusto, con una temperatura fresquita, pero llevadera con la equipación adecuada y sin sufrir excesivos dolores corporales como en otras ocasiones he experimentado en rutas mucho más cortas.
El GPS se quedó sin batería poco más pasar Sevilla, la suerte es que llevaba instalado el de reserva... un post it amarillo pegado en el tanque de gasolina con las ciudades apuntadas en orden y la salida que tenía que tomar, y llegué estupendamente!
El llegar a Mérida fue un punto de inflexión, porque era casi el punto medio del viaje. Allí decidí seguir hacia norte porque iba muy a gusto, simplemente rodaría hasta donde pudiera avanzar en el día. Me senté a tomar un sandwich ligero y un café con mi casco en la mesa, y un chico que entraba se me acercó y me dijo que había un coche negro de la secreta controlando y que casi lo multan sin razón, me aconsejaba que tuviera cuidado. Al irme me acerqué a darle las gracias de nuevo por avisarme justamente a mí entre toda la gente del local y me entró un calorcito por dentro cuando me respondió "es que yo también soy motero". No hizo falta decir nada más. "Esto" es lo que me ha enamorado de la moto...
La mayor parte del camino tuve la sensación de estar viendo una película, como si no estuviera presente físicamente ahí, sino más bien como una espectadora de ese viaje, como si mirara hacia una pantalla de cine y no a través de la pantalla del casco. No me preocupaba demasiado el hecho de llegar antes o después, sino el poder alargar esa sensación tan increíble de paz en los ratos de calma chicha en los que veía cómo el asfalto pasaba bajo mis ruedas.
Nueve horas y media después de haber salido por la puerta de mi garaje me ví entrando en el garaje del hotel que había visto unos días antes en google, y juro que no me lo podía creer. Lo conseguí, ya estaba allí! Y era aún apenas media tarde.
Más o menos esto es lo que recuerdo de lo vivido...
Miercoles 08: Llegada al hotel a las 4:30 de la tarde, todo bajo control, una bañera llena de agua caliente y a relajarse un buen rato. En ese momento es que me pega el bajón del viaje, pero es un cansancio tan agradable y feliz que no lo cambiaría por nada. Una sonrisa que no se me borra, llamadas para avisar (ahora sí) de que estaba allí y contar la aventura que acababa de vivir.
Jueves 09: Salgo del hotel para la concentra para llegar a primera hora de las inscripciones. Al bajarme de la moto se me acercó un chico con un micrófono y una grabadora y me hizo unas preguntas para la SER.
Para escuchar el audio click en el: Enlace de la entrevista en la SER
Después ya formalizo la inscripción:
Ala! A pasear explorando la zona, controlando dónde están las tiendas y me voy a tomar algo. Allí le hablo a la primera persona que me ha llamado la atención, un señor con un chaleco lleno de parches con uno grande que dice Andalucía y otro que dice Sevilla, resulta que se llama Joaquín y lleva asistiendo a todos los Pingüinos que se han celebrado y además a dos concentraciones de Elefantes (una invernal en Alemania), dice que tiene 60 años pero que seguirá regresando a Pigüinos hasta que se muera. Me pregunta si lo ayudo a montar la tienda y nos vamos hacia la acampada pero resulta que en cada grupo que nos cruzamos alguien lo conoce y lo saluda, todos le llaman Sevilla, todo un personaje, casi una institución en Pingüinos, en esa mañana me presentó a media acampada y gente de muchos países. Impresionante!
Entre medias me llaman de la organización para hacerme una grabación con unas preguntas en una carpa para un vídeo oficial, así que le pierdo la pista al amigo. Al ir sola caminando después, ya iba saludando a la gente conocida por la acampada, qué chulada!. Más tarde comparto hoguera con una gente del norte con los que no paro de reirme.
Me da hambre y me vuelvo a la zona de comida y me encuentro de nuevo al Sevilla con otra gente que conocí esa mañana, no me falta compañía para comer algo y echar un buen rato de risas e historias. Al hacerse de noche decido irme tempranito para descansar bien y para poder rodar al hotel en una hora en la que creo que habrá poco tráfico. Empiezo a prepararme para salir con la moto, algo que me lleva un rato largo porque quiero tenerlo todo bien controlado y siempre abro la alforja que no es, o tengo que buscar algo en la que justo acabo de cerrar... y cuando estaba peleándome con el pantalón de lluvia para lograr ponérmelo sin caerme al suelo en el intento, se me acercó a hablarme un chico con el casco puesto que estaba a punto de salir del aparcamiento con otros compañeros, al ver que yo no estaba segura de la ruta que tenía que hacer para volver al hotel se ofreció a acompañarme en su moto hasta allí, así que sus amigos se fueron y me guió en el camino, lo que me vino genial pues de noche no veo bien y la referencia de una luz delante a la que seguir me ayudó un montón. Todo un Buen Samaritano, que resultó ser casi vecino mío de la ciudad de Vigo, esas casualidades de la vida. Nos tomamos un café y estuvimos de charla un buen rato. Motos y Galicia son temas que dan mucho de sí.
Viernes 10: llevé la moto a la acampada temprano, pues el día anterior había quedado a desayunar con un señor encantador de Elda que me propuso ir a Valladolid en bus y pasear un poco por la ciudad, pero empezaron a llamarme para que hiciera una entrevista en RNE. Mientras esperaba me hicieron una en TVE y luego una periodista de un canal pequeño que no recuerdo, yo no podía dar crédito a lo que me estaba pasando, total, que al final el cafe se me quedó frío cuando pude volver a tomarlo.
Para ver el pequeño momento en la tele hacer click en el: Enlace a TVE
Llegué corriendo en punto a la cita con RNE donde tuve la oportunidad de conocer y hablar con un pedazo de motero viajero: Gustavo Cuervo (http://www.gustavocuervo.es/), todo un honor, además de ser un chico muy simpático y agradable. Pero hablar por la radio me pone muy nerviosa!
Para escuchar el audio (desde el min 5:00) click en el: Enlace Entrevista RNE
Al terminar me ofrecen si quiero ir a la televisión de Valladolid para entrevistarme en los estudios, pero la hora que me decían chocaba con la hora en la que había quedado con los compañeros de un foro a los que iba a conocer ese día y que sin conocerme de nada se habían ofrecido a cambiar su plan de reunión inicial para ir especialmente a buscarme a mí hasta la concentra, así que por nada los hubiera dejado tirados. Me dio pena no poder atender esa amable invitación, pero no se podía todo. Finalmente, mi amigo Juan Antonio y yo logramos llegar al autobús para ir a comprar cositas a Valladolid necesarias para que el hombre terminara el cocido que estaba haciendo, pero antes fotito delante de la falla Pingüinera!
Llegué de regreso a la acampada con el tiempo justo para recoger el casco y acudir al punto de encuentro con los moteros que me llevaron de paquete a la visita a Mojados para que yo pudiera hacer fotos, y qué cantidad de fotos les hice!. Regresamos, cena en la acampada ya ni sé con quién, y me reúno con uno de mis compis fieles de Málaga que había llegado un rato antes, pues subió ese mismo día hasta Valladolid, y después de llevar una rato riéndonos con otros amigos del fracaso de fogata que no lograron encender, se acercó hasta donde estábamos el buen samaritano del jueves que había vuelto a la concentra. Nos fuimos todos juntos a mirar los conciertos y visitamos a nuestra amiga vallisoletana que trabaja hace unos años ya en la concentra, nos lleva a conocer su tienda donde sí que había una pedazo de hoguera buena buena y mucho cachondeo!
Esa tarde al ver el río de motos que no paraban de entrar decidí que mi moto estaba demasiado bien aparcada como para moverla, en un sitio que no volvería a pillar si la moviera, así que ahí se quedaba tapadita lo mejor posible y ya me iría al hotel en taxi, pero lo bueno de hacer buenos amigos es que finalmente me llevaron y me trajeron esos dos días y no tuve necesidad de moverla. Un puntazo!
Sábado11: desfile de las banderas, pude hacer todas las fotos que quise y comí en Valladolid con los amigos del foro que tenían una reserva hecha de antemano. No me podía creer que ya mañana era domingo! No puede ser que se pase tan rápido el tiempo!
Domingo 12: hoy no hace falta madrugar, me van a buscar en dos motos para poder llevarme todo el equipaje del hotel hasta la concentra, que es donde tengo la moto. Envío un paquete por mensajería para aligerar un poco el equipaje. Disfruto de los sorteos y premios y me ayudan a buscar el equipaje que distribuyo en las alforjas.
Uno de chaqueta azul y botas rojas muy descarado él me besuquea delante de todo el mundo, pero es que es tan chiquitín...!!! jejeje.
A que es guapetón?:
Voy a bajar a Málaga acompañada por mi compi de Marbella. Nos despedimos del buen amigo ganado estos días que nos dice que si tenemos cualquier percance antes de 500kms lo podemos llamar que nos va a buscar en coche. Salimos de la concentra y entramos en carretera, hace fresquito y un poquito de niebla, pero voy muy a gusto a mi ritmo y con la espalda cubierta por una Vulcan 900 que sigue mi paso. A 70kms de Puente Duero después de llevar una cómoda velocidad de 120km/hr la moto se me empieza a venir abajo, siento que se va frenando y dando tirones, paro en el arcén pero no sabemos lo que puede ser, decidimos quitarnos de en medio y sin poder lograr pasar de 70-80km/hr durante unos cuantos kilómetros que se me hicieron interminables logré salir a una gasolinera. Después de revisar todo lo que se pudiera, no queda más remedio que llamar a la grúa.
Finalmente tuvimos que llamar al amigo que nos ofreció la ayuda antes para que me recomendara un taller y un hotel para poder dar esos datos al seguro. Mi amigo Kurro tiene que seguir camino, una vez que se ha asegurado que la grúa se lleva a mi moto y a mí. Ese día después de una grúa y un taxi me encuentro conversando con un amigo del que nos habíamos despedido un poco antes hasta el año siguiente, jejeje.
Lunes 13: en apenas unas horas llega mi moto al taller, la revisan, se decide arreglarla en Málaga, se la llevan, recojo mis cosas del hotel, tren Valladolid-Madrid Chamartín, taxi Chamartín-Atocha, tren Atocha-Málaga, allí me esperan mis incondicionales Root y Carmen que ya imaginaban que yo iba super cargada con los 4 bultos que llevo: 2 alforjas, la maleta que iba en la parrilla y el casco.
Cansada, con la adrenalina a tope, pero muy contenta por lo vivido en esos intensos días, y sobre todo por comprobar que 800kms se me pasaron volando, no me resultaron ni pesados ni largos. Realmente las dos juntas finalmente superamos la prueba con creces.
He ido a verla en el taller de Málaga, pues ya ha llegado mi campeona!
Habrá que esperar a que en el taller la pongan en condiciones y disfrutar de las fotos y los recuerdos. El relato me ha quedado largo aunque me he tenido que dejar muchos detalles de lado, si no sería interminable. He saboreado cada momento desde las 6am que me desperté el miércoles hasta las tantas del lunes a las que habré logrado quedarme dormida. Pingüina total!!!
Dicen que este Pingüinos ha sido casi tropical y a mediodía sobraba la chaqueta de moto pero… esta es la moto de mi amigo Kurro por las mañanas:
Un resumen en fotografías de esos días: Video
Ya se verá cuál será la próxima, de momento me quedo con el mejor comienzo de año posible! 9-12 Enero de 2.014
Finalmente encontré el video del canal de televisión pequeño... hablo mucho en este video, pero tengo una cara de susto que pa que... jejeje
La niña ha vuelto a casa con batería nueva, más chula que ná! A los dos días paseíto por la costa para que le dé el sol y celebrar su cumple... 5 añitos acaba de cumplir! Con pocos kilómetros, pero muy bien aprovechados y disfrutados!
