Esto lleva escrito casi 2 años, pero no lo había publicado. El tiempo pasa muy rápido en realidad. Son palabras que escribí como las sentía y me gustaría dejarlas guardadas para poder releer con el tiempo... La época del relato es agosto de 2011, asistencia al 30º aniversario de la concentración de Faro en Portugal:
La ruta para una novata a lomos de su pequeña gran 250cc fue en algunos momentos durilla por el viento bastante desagradable que acompañó todo el camino, y en ocasiones logró hacer revolotear unas mariposas por el estómago cuando empujaba demasiado la moto hacia la línea exterior de la calzada. Otros momentos de calma fueron tremendamente agradables, y son con los que me quedo. Esa sensación de relax viendo pasar kms bajo las ruedas mientras podías disfrutar de un paisaje ya casi al borde del atardecer… son recuerdos ya imborrables y el premio a pasar calor y luchar contra el viento. Al entrar a Portugal ya de noche y ver por el espejo retrovisor una luna llena gigante de color amarillo como si tuviera el efecto “sepia” de fotografía… era algo hipnótico… aunque obligatoriamente había que apartar la vista de esa imagen de vez en cuando y mirar para adelante! Jejeje.
Increíble parar en una gasolinera y ponerte a charlar con la pareja de una moto como si fueran conocidos de hace tiempo, cada quien contando de dónde viene y alguna circunstancia de su viaje, en el que todos tenemos una meta común ese día…
Pude saludar a algunos compañeros de varios de los foros en los que estoy, en algunos casos de la misma ciudad de Málaga y en otros casos a gente que está tan lejos como Galicia, Madrid, etc…
En el camino me hablaron desde una moto, los buenos de Hada y Tiger, una pareja motera de las buenas!
y una anécdota es que al regreso a Málaga nos saludaron desde una moto y resultó ser una pareja con la que coincidimos a la ida en una gasolinera y con los que nos pusimos a charlar un rato, en el camino de regreso volvimos a coincidir por la carretera de nuevo y nos reconocieron y nos saludaron, me hizo mucha gracia.
La camaradería con gente que te encuentras por ahí y con la que ya tienes de qué hablar sólo porque todos vamos en moto, es una sensación muy agradable.
En esta concentra no viví momentos de grandes emociones como sí me pasó en el caso de Pingüinos, que también fue su 30º aniversario. Sólo hubo un momento que me encantó y logró que me emocionara mucho. Al irnos de Faro, en los puentes sobre la autovía había gente allí mirando para la carretera, muchas familias con niños, que lo que hacían era saludar a modo de despedida a tod@s l@s moter@s que visitamos su tierra para esta concentración y que ya regresábamos para España. Me pareció super bonito, pues era una manifestación de simpatía por parte de la gente de allí, se notaba que no era nada organizado, sino un gesto espontáneo hacia los visitantes de las 2 ruedas. Bien por ellos! Muito obrigado!
Por supuesto intenté devolverles los saludos a todos a pesar del viento que hacía, fue un momento especial…
Una ruta muy bonita con la que he podido sumar a mi poquita experiencia unos 940km entre ida y vuelta…
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