viernes, 24 de junio de 2011

Empezamos...

Nunca me ha llamado la atención tener un blog como tal, pero ahora me ha surgido la necesidad de escribir acerca de mis experiencias en la moto, tanto llevando mi propia moto como viajando de paquetillo con alguien más, todo esto como una manera de dejar por escrito recuerdos y pensamientos que pueda volver a releer o para compartir estas experiencias con mis amigos, sean moteros o no.
Un espacio donde expresar mi forma de pensar acerca de lo que es vivir la moto sin entrar en conflicto con las filosofías, ideologías o normas de grupos moteros con nombre y apellido. Simplemente expresar todo lo que piense y sienta sobre las dos ruedas de manera personal sin chocar con otras opiniones. Esto no es un espacio de debate, es un espacio para mí misma, para guardar mis experiencias personales sobre las 2 ruedas y hacer un seguimiento a la evolución que voy teniendo sobre ellas.
La inspiración para hacer esto o lo que me ha creado la necesidad de hacerlo... ha sido un viaje casi mágico a Marruecos en mi moto en el que me he enfrentado a muchos de mis miedos y he sentido que he dado un gran paso dentro del poquito tiempo y los mínimos kilómetros que llevo compartiendo con mi pequeña.
Mi pequeña... mi "Sorgina" (bruja, meiga). Con 250cc ya es "semi-respetada" dentro del colectivo motero lleno de millones de caballos y centímetros cúbicos, con escapes ensordecedores y estéticas agresivas... y con los que no me logro identificar del todo, pues no han logrado hacerme sentir el verdadero espíritu de lo que es para mí personalmente el vivir la moto... rodar relajadamente sobre ella con una meta para ese día, llegar a destino y sentir la satisfacción de que has cumplido mano a mano con ella, que te has ganado el descanso del guerrero (o la guerrera, jeje), que te mereces una buena y rica cena que si la acompañas con unas risas y camaradería se convierte en un banquete como los del pueblecito de Asterix al final de cada historia... Mi pequeña con sus apenas 250cc sé que podría llegar a cualquier parte, en mi caso la motera es la que pone las limitaciones, pero la 250 es toda una MOTO que quizás no pueda superar los 140km/hr, pero no me importa, porque si hubiese sido esa mi meta, me hubiera comprado una moto deportiva.
Cuando durante días se te queda una sonrisa tonta en la cara que no puedes evitar después de un viaje o una ruta con la pequeña Sorgina, sé que lo he logrado, que he encontrado "eso" que quiero vivir sobre las dos ruedas.
No quiero etiquetas, no quiero limitarme, ni vivir la moto dentro de un "gueto", quiero ser libre de rodar cuando, donde y con quien quiera, tener muchas opciones para escoger libremente y sólo por gusto lo que vaya a hacer en cada momento, pues sólo dentro de la libertad puedo disfrutar de verdad cualquier cosa que haga.
Un espíritu libre sobre dos ruedas, y no hay más.

¿La verdad? Esto es en realidad un homenaje a mi pequeña gran  Sorgina...

2 comentarios:

  1. Bravo por la amazona y bravo por Sorgina. Una preciosa introduccción para este blog que acaba de nacer. Pili..., ahora solo falta ir alimentandolo y confesando en él todo eso que se siente encima de ellas, de esas dos ruedas que no nos perdonan casi nada, si estamos encima de ellas no podemos estar en otro sitio.
    Y venga, que esos post vayan viendo la luz.

    ResponderEliminar
  2. Ahora entiendo lo difícil que es mantener un blog vivo y admiro a quienes logran darles vida y movimiento.

    ResponderEliminar